BARSANTI
LJ75
Un espectáculo de Teatro de Calle de Cia. Barsanti
Por fin a llegado el día. Hoy se presenta la campaña social de la que todo el mundo habla. Sus promotores la describen como “el comienzo de una nueva era”.
SINOPSIS
Nos hablan de libertad, derechos y justicia. Conceptos que tienen varias direcciones, por lo visto. ¿Qué hay detrás de LJ75?, ¿cuáles son sus verdaderas intenciones?, ¿quiénes son esos “influyentes promotores” que nadie ha visto todavía? con estas premisas, Cia. Barsanti presenta su último trabajo de calle. Una comedia que habla sobre el peligro de los populismos que nos rodean…¡Y no miramos a nadie!
LA IDEA ORIGINAL
La idea original nace de la necesidad de los componentes de la compañía de integrar temas sociales a sus creaciones teatrales.
Nuestra postura es adoptar una posición de riesgo, hincando el diente a problemas que padecemos como sociedad. En este aspecto vamos a arriesgar tratando un tema como el suicidio, tema tabú durante años por la estigmatización que ha sufrido, sobre todo por parte de la iglesia, la cual durante toda su historia, ha ejercido una brutal influencia en la sociedad.
Nosotros creemos que el primer paso para abordar un problema, es ponerlo encima de
la mesa y destaparlo para hablar de él. Tratar de comprender cuales son los misterios que
esta lacra social entraña. Así lo hicimos con el anterior espectáculo “DESAHUCIO”, que
desde el humor trata el tema de una manera divertida pero a la vez respetuosa y sin caer en banalidades.
Sabemos de la fragilidad de este tema y somos conscientes de que puede levantar ampollas en gente que es víctima de esos sucesos, pero no por eso vamos a mirar a otro lado como si nada ocurriera. Nuestro objetivo es tratar el tema con respeto y rigor, pero también con humor. ¿Por qué no? Nos podemos reír de todo en esta vida, si se hace inteligentemente y con respeto. Creemos que hay que hablar del suicidio, sin miedo a generar debate social, sin miedo al famoso efecto llamada y desmontando la idea de la relación entre salud mental y suicidio. Hay muchos casos en los que las personas que dan el paso son totalmente conscientes de lo que hacen, y son aspectos sociales los que los llevan a hacerlo, como por ejemplo la precariedad laboral, la marginación, el bullying o incluso las redes sociales.
En los últimos años han surgido diferentes colectivos para tratar de ayudar a víctimas y familiares, colectivos formados por familiares de víctimas, médicos, psicólogos, psiquiatras, educadores sociales, y su visión de este tema está empezando a cambiar en cuanto al silencio que lo rodea. Nosotros creemos que se puede hacer algo más para que se sepa cuán diversas son las causas, que se sepa que hay gente que lo hace muy conscientemente, sin tener que padecer ninguna enfermedad mental. Al hilo de esto, queremos llevar también a debate el tema de la propiedad de la vida. ¿A quién pertenece nuestra vida? ¿A Dios? ¿Al Estado? ¿Se debería legislar la muerte voluntaria? Hay demasiadas preguntas sin responder sobre este tema. El debate está servido.
TIPO DE ESPECTACULO
La fachada de una casa. ¿qué mejor escenario real como la vida misma? Queremos hacer teatro de calle porque queremos interactuar en este medio, en este lugar, en nuestras calles. Con nuestro anterior espectáculo DESAHUCIO-KALE GORRIAN, decidimos ubicar la situación en el balcón de un primer piso, desde donde los personajes pudieran tener un primer escenario. Un escenario tan real como una vivienda real. Queremos tomar la calle otra vez, reivindicarla como espacio escénico y con todo el pueblo como testigo afrontar una situación tan delicada como la de un suicidio en directo. Queremos que el publico se sienta parte activa, que solo por acudir ya este involucrado en la situación, por eso creemos que es tan importante que el punto de partida sea un lugar real, una vivienda, la fachada de un edificio, y todo el espacio que se acordona en estos casos a pie de calle.
ALGUNAS REFLEXIONES ACERCA DEL TEMA
Vivimos en un modelo social en el que la frustración tiene muchas caras y mucha violencia. El éxito laboral, personal y el posicionamiento social en base a tu economía y poder adquisitivo son un mantra que tiene muchos filos y son muy afilados.
Por otro lado, tener un trabajo no te garantiza que puedas sacar adelante tus necesidades básicas. Muchos trabajadores vivimos en el umbral de la pobreza con el estrés que eso supone.
Estas son las cosas que nos interesa sacar a la luz en este espectáculo: las razones sociales que llevan a muchas personas a quitarse del medio. No queremos abordar en ningún caso el tema como un problema psiquiátrico.
El suicidio es hoy en día la primera causa de muerte violenta en el Estado español, por delante de los accidentes de tráfico. Sin embargo, hay un silencio en torno a él. Silencio de los familiares que lo esconden, ya sea por razones religiosas, porque es tabú o incluso por autoengaño. Silencio de las instituciones, que pese a que cada dos días hay un muerto por suicidio en Euskadi, no hacen campañas de prevención, o por lo menos no las suficientes. Silencio de los medios de comunicación, que por miedo al efecto llamada no hablan de ello.
Por otro lado, la hipocresía que hay instalada en torno al tema hace que los datos no sean reales. Se considera que el Estado español tiene una tasa de suicidios muy baja, pero el sistema de registros no es muy fiable. Hay muchas muertes que aparecen en los registros, como por ejemplo, precipitados por un barranco, ahogados, accidentes de tráfico, y aun habiendo muchos indicios de que un gran número de ellos son suicidios, no los cuentan como tal. Claro, ocurre que si el suicida no deja una nota o alguien le ve saltar, se considera como accidente. Los países escandinavos tienen una alta tasa de suicidios, pero es porque suman mejor que nosotros y tienen más rigor en las estadísticas, para contabilizar desde un principio las muertes por suicidio, como suicidio.
Se tiende a catalogar el suicidio como enfermedad, como consecuencia de una patología, pero el suicidio muchas veces puede ocurrir en una persona completamente equilibrada, consciente y serena, que ha tenido de pronto una desgracia. La desesperación es el denominador común del suicidio. Desde la psiquiatría, se dice que el suicidio es inversamente proporcional a la felicidad que experimenta una persona. El suicida quiere vivir y quiere morir. Quiere vivir según vayan bien las cosas y si no, quiere morir. El suicida intenta poner fin a una situación intolerable, por ello los profesionales intentan aliarse con esa parte de el o ella que quiere vivir.